miércoles, 27 de febrero de 2013

Os voy a contar yo un cuento


Una ZER (agrupación de escuelas rurales) organiza un encuentro anual en el que lxs niñxs se van de excursión a alguno de los pueblos pertenecientes para realizar actividades. Hasta aquí bien, uno se imagina un nutrido grupo de niñxs correteando y gritando por el patio, con su gorra de visera y su mochila a la espalda, pizpireta estampa. Sin embargo el gesto se tuerce al saber que una de las actividades programadas para el día (de un total de 3) es una charla de los mossos d'esquadra, en concreto "pequeña historia de los mossos d'esquadra". Niñxs de 4 añxs asistiendo a un cuento explicado por el "bueno" del mosso, qué miedo.

¿Desde cuándo los mossos se dedican a contar cuentos? yo pensaba que ellxs pensaban que eso era cosa de hippies y guarrxs, pues más de una vez, cuando vivía en Barcelona, les he visto multando a cuentacuentxs y otrxs artistas de la calle, por intentar ganarse la vida. Y no sólo eso,  sino que he presenciado con mis ojos como vilipendiaban a este colectivo con violencia física e insultos y les requisaban el dinero. Bonita doble moral la de los mossos.

Resulta que ahora  es el propio cuerpo del orden el que se dedica a ofrecer sus servicios de entretenimiento infantil por las escuelas e institutos del estado:
 “El increíble miliki-mossito y su acompañante fofito-kubotán, deleitaran a la prole con un divertido número de payasadas, sarta de mentiras adornadas con dosis de moral cristiana para el disfrute del público, que gozará con las divertidas historias de policías buenos que ayudan a las viejecitas a cruzar la acera, detienen a los ladrones malos y vuelven a casa satisfechos de su trabajo donde su mujer e hijxs le esperan para darle un besito: ¡qué bueno es mi papá!”

A mí me da la sensación de que tienen una imperiosa necesidad de lavar su imagen, ahora que miles de personas salen a manifestarse en contra de la violencia policial; ahora que por internet corren imágenes evidentes de sus agresiones gratuitas contra personas indefensas; ahora que están en el punto de mira social por ser los ejecutores de los desahucios, ampolla que supura a punto de estallar.

No me gustaría que mi hijx tuviera que asistir a este bochornoso espectáculo con ansias de lavado de cerebro. No entiendo qué relación tiene este tipo de propaganda institucional con la Educación. O acaso esto es lo que se llama educación para la ciudadanía, educación democrática. Más valdría explicarles, en este sentido, un cuento sobre  políticos corruptos, familias de Reales ladrones, desahucios por doquier, 6 millones de parados, espías que escuchan mientras son espiados, gente comiendo en la basura y el estado rescatando bancos, etcétera, etcétera, que es lo que significa realmente ésta, nuestra querida democracia.

Si quieren, ya iré yo a contarles un cuento sobre los mossos.

1 comentario:

  1. Lo peor de todo sería que esos niños no tubiesen otro referente moral que el de la escuela (la institución pública). Y creciesen creyendo que todo lo que les cuentan allí está Bien.
    Es lo malo de los Estados, que como no estés alerta te adoctrinan a los niños y no salimos de demócratas y cristianos.
    Menos mal que tenemos el cancionero popular, recordando que "La puta policia nos molesta to los días", que existe el "Estado policial", etc.

    Cuéntales el cuento
    Salu2

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