Visca la terra lliure. Stop. Lliure de feixistes. stop. Lliure de capitalisme. Stop. Lliure de masclisme. Stop. Lliure de polítics. Stop
Re-katarsis
Purificación, liberación o transformación interior suscitados por una experiencia vital profunda.
sábado, 26 de septiembre de 2015
domingo, 26 de julio de 2015
...que la mierda flota
la ignorancia es muy atrevida. No sé si reirme o llorar al imaginarme al cabeza hueca haciendo está pintada. 4 intentos hicieron falta para hacer una cruz gamada en condiciones, de todas maneras está al revés si lo que querían era imitar el simbolo nazi. Por no hablar de la falta de ortografía, vamos que te has lucido chaval, tanta estupidez junta en una pared es para darte un premio. No tenías bastante con ser facha, además eres un ignorante, pero vamos que ambos conceptos suelen coincidir bastante. Por lo menos te lo podías guardar para tu casa.
sin más.
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miércoles, 10 de junio de 2015
martes, 23 de septiembre de 2014
Independència de què?
Independència significa no
dependre d’un altre, no estar subordinat al control d’un altre. Aquí a
Catalunya, avui en dia, sento sovint aquesta paraula. El context polític que l’envolta
em parla d’un poble que vol la independència de la seva Terra respecte d’un
Estat, l’espanyol, que la maltracta, menysprea i ofega. Estic d’acord amb el
dret d’un poble a autogovernar-se, però el que estem vivint aquí no és ben bé
això.
Fa un parell de
setmanes a la Diada vaig fugir de Barcelona per tal de no trobar-me amb la
marea humana que vindria hores després. Per la carretera em vaig creuar una
marxa motera per la independència. Més de mil motards d’arreu del país desfilaven en comitiva per l’A2 lluint
banderes i estendards. Al seu pas, a cada pont, hi havia gent saludant-los,
onejant senyeres i donant-los crits d’ànim. Em vaig emocionar. Se’m va encongir
el cor i tot plorant vaig agafar la següent sortida. És una sensació semblant a
quan escolto l’eusko gudariak, encara
que no l’entengui. De vegades ens deixem portar pels sentiments i no ens aturem
a pensar.
Pensar que el
sentiment nacional és això, un sentiment..., potser per això costa tant
empatitzar amb els altres. Jo mai he tingut aquesta sensació, ni amb Castella,
ni amb la meva ciutat natal, ni molt menys amb Espanya o Europa. No m’he sentit
part d’un cos cultural comú. Bàsicament perquè la cultura me l’han volgut
imposar. Quan anava a l’escola ens van portar a Paredes de Nava (Palència),
bressol d’en Jorge Manrique, poeta prerenaixentista. A mi m’agradaven alguns
dels seus poemes “Coplas por la muerte desu padre” i la mestra de llengua em va burxar per sortir a recitar-ne algun:
“¿Es que no te sientes castellano?” Doncs
no, vaig pensar per dintre, i em vaig quedar quiet. Des de llavors que tinc
clar que el sentiment nacional no va amb mi.
Respecto les
persones que tenen aquest sentiment, sobretot quan el seu poble pateix
l’opressió d’un estat invasor, i sempre que aquest sentiment no sigui excloent
o xenòfob. El que em treu de polleguera és l’espectacle, la independència
demagògica en llauna, tot aquest sarao
que han muntat d’un temps ençà. No és casualitat que la pujada del nacionalisme
coincideixi amb l’anomenada crisi del sistema econòmic, no només aquí a
Catalunya sinó arreu d’Europa. I no es tracta de fer comparacions
escandaloses amb altres moments
històrics. Es tracta, per mi, d’afrontar el que tenim davant. La classe
política defensa els seus propis interessos, els interessos dels bancs, de les
multinacionals, del patrons, de l’Església, i sempre ho farà. No em sorprèn que
un senyor reivindiqui cap a la seva persona i el seu partit l’alliberament de
la nació, mentre ell i els seus col·legues segueixen robant descaradament a les
persones que suposadament pretenen alliberar. Alliberar de què? Independència
de què? El que em sorprèn
és que la gent no s’adoni que els estan enganyant. Tant a Madrid, com a
Barcelona, el que interessa és que es parli del procés independentista en
comptes de parlar de la reforma laboral, de la llei de l’avortament, de les concertines
a Melilla, de la reforma educativa, i un llarg etcètera de conquestes socials,
que van costar suor i sang als que varen lluitar abans que nosaltres i que ara
veiem caure darrere d’una cortina de fum.
Jo no aniré a
votar el 9 de novembre, però aneu-hi si això és el que us demana el cor.
Deixeu-me, però, que us recordi que aquesta gent a qui voteu us seguirà
explotant, fent-vos fora de casa vostra si no pagueu, enviant-vos la policia a
estomacar-vos si protesteu massa, tancant-vos a la presó si no encaixeu i
seguirà vivint a costa vostra encara que no hagin de repartir el pastís amb els
de Madrid.
Tornant al
significat original, independència és decidir per tu mateix el que vols fer a
la teva vida, amb les teus veïns, al teu poble. Delegar en altres persones per
tal que decideixin per tu no és independència, és diu democràcia, i d’això ja
parlaré un altre dia.
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democracia,
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sociedad
viernes, 18 de julio de 2014
Silogismos y pompas de jabón
El otro día había quedado en un bar,
en un pueblo de montaña, hacía buen tiempo y me senté en la
terraza. Antes de coger mesa me di cuenta de que algunxs clientxs
miraban hacia un balcón, como si hubiera caído algo desde arriba,
miré y vi a dos niñxs jugando a hacer pompas de jabón desde la
ventana. Al cabo del rato, sobre la sombrilla de la terraza calló un
chorro de líquido, supongo jabón, y la chica que había sentada en
la otra mesa soltó un “putos $”%&/!$”.
Me la quedé mirando con asombro y le pregunté:
Me la quedé mirando con asombro y le pregunté:
-qué has dicho, putos moros, o putos
críos, es que no te he entendido-
sorprendida por mi interpelación
intentó hacerse la longuis, así que le repetí:
-perdona, es que no te he oído bien,
has dicho putos moros?-
me dio una callada por respuesta
mientras giraba la cara buscando la complicidad de sus contertulios,
así que seguí:
-¿qué pasa es que tú no has sido nunca
niña pequeña? ¿nunca has hecho travesuras de este tipo?
-perdona contigo no estoy hablando-
-me da igual porque has hecho un
comentario despreciable, racista y asqueroso, así que te contesto- y agachó la cabeza medio indignada
medio avergonzada.
foto de Ana Campos, CC, A-NC-ND
¡Qué racista es esta sociedad!,
comentarios así los encontramos cada día pues rebotan como eco en
centenares de cabezas huecas. Es decir, que dos niñxs, por el simple
hecho de ser migrantes, ya no pueden jugar y liarla como los
autóctonos, pues son condenados al insulto y la incomprensión. Esta
incomprensión que empieza con las criaturas, se institucionaliza en
escuelas e institutos y les persigue durante el resto de su vida,
justificando la explotación laboral, el abuso policial y la
violencia psicológica.
Yo cuando era niño también tiraba
cosas por el balcón, no es que se me cayeran, no. Tiraba huevos,
vasos de agua o papel mojado a dar a lxs abuelitxs que pasaban por la
calle, y no es que esté muy orgulloso de ello, pero joder, era un
niño, y me divertía con ello.
todas somos niñas,
las moras también son niñas
luego todas somos moras
Esta falacia argumental encierra no
obstante un gran principio: la igualdad de las personas sea cual sea
su procedencia, color de la piel, religión, sexualidad... y por
tanto animo a no dejar pasar estos microfascismos en nuestro día a
día, la revolución esta también en los pequeños detalles.
Todxs tenemxs derecho a ser “malxs”,
a rebelarnos contra la sociedad, la familia, la escuela, sobre todo
cuando somos niñxs.
miércoles, 19 de febrero de 2014
bisfenol-a, ojetes blancos y palomitas para todxs
Detesto tanto este mundo que no podría vivir sin él. La ignorancia de lxs felices, o la felicidad en la ignorancia. ¿cómo se puede aguantar la respiración en este pútrido sistema letrínico? no hay respuestas amigxs, ya ni siquiera quedan preguntas. La constatación de la muerte clínica de esta sociedad en coma ya no sólo depende del azar histórico, o de la voluntad aguerrida de un pueblo. La necrológica es firma de una señora rubia que grita en vez que habla y cuyo único mérito es ser el bombo del penalti de un torero. Apunten, disparen, rían, o mueran de risa, pero sobre todo no se despeinen. Para qué quiero yo saber cuánto vale un peine, si puedo hacer que mi cabello parezca que tiene 6500 pelos más con sólo una gota de elixir dorado. La lucha de clases ha terminado, hace tiempo, el otrora proletariado ha sucumbido ante la invasión de la generación de los cerebros perdidos -no porque se hayan ido a Alemania, o porque no encontrarán trabajo el resto de su vida, sino porque su cerebro quedó lobotomizado de los 8 a los 14 por un exceso de televisión, bisfenol-a y ácido acetil salicílico-. Ahora flirtean con el sueño del pequeño burgués acomodado y disfrutan de una hipoteca-burbuja que ni siquiera les mantiene a flote; ahora, que ir a esquiar se ha pasado de moda, se calzan su disfraz de runners, y salen a la Diagonal a abrir sus pulmones de par en par para dejar entrar toneladas de gases de combustión letal; ahora que ya no saben que hacer con su condenado cuerpo, se operan el ojete para dejarlo blanco en un delirio "jacksosiano", esperanzados de que un día, cuando hayan alcanzado el colofón social, puedan disfrutar de que les chupen el culo; ahora por el momento pueden sacarse el Ticket para ser supermaíces en un mundo de maíces pelados, aunque nunca llegarán a lobos. Ridículo, patético, estrambótico, o todo a la vez multiplicado por diez. El ahora ya ha pasado de moda, ahora se lleva lo pasado de moda. No os lamentéis cuando veáis a alguien buscando ropa en la basura, pues por cero euros conseguirán la autenticidad que vosotrxs nunca podréis comprar en esa tienda de supuesta segunda mano. Como me molan las gafas de madera. Tienes menos gracia que el tercer emoticono de la segunda fila del whatsapp. (de esto prometo hablar otro día)
En estos días inciertos en los que las revueltas son tortillas de sobremesa, miles de personas siguen muriendo de hambre por culpa de nuestra avaricia...mineros que prefieren que no les rescaten de las entrañas de la tierra, pues sólo les espera la cárcel...banqueros infelices que ordenan a sus esbirros desalojar un edificio okupado...extenuados migrantes mueren a manos de la guardia civil en el estrecho, para superarlo, han dicho, construirán una valla más larga...y un interminable etcétera de muerte, destrucción y la banca siempre gana. ¿Quien quiere la felicidad pudiéndose morir de asco?
yo bien, todo bien, gracias.
En estos días inciertos en los que las revueltas son tortillas de sobremesa, miles de personas siguen muriendo de hambre por culpa de nuestra avaricia...mineros que prefieren que no les rescaten de las entrañas de la tierra, pues sólo les espera la cárcel...banqueros infelices que ordenan a sus esbirros desalojar un edificio okupado...extenuados migrantes mueren a manos de la guardia civil en el estrecho, para superarlo, han dicho, construirán una valla más larga...y un interminable etcétera de muerte, destrucción y la banca siempre gana. ¿Quien quiere la felicidad pudiéndose morir de asco?
yo bien, todo bien, gracias.
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